martes, 8 de febrero de 2011

Palos para la juventud, impunidad para los gendarmes

por Juventud del PTS y No Pasarán San Miguel

En la madrugada del domingo 30, cuatro jóvenes trabajadores, luego de una discusión en el boliche “Club Zone” de San Miguel, fueron sacados por los patovicas. A la salida un grupo de gendarmes los obligó a salir corriendo, mientras a una cuadra otros gendarmes los cargaron en una camioneta y los secuestraron durante dos horas. Los golpearon brutalmente mientras se reían, obligándolos a cantar el himno nacional en medio de palo y palo, llegando a hacer que se bajen los pantalones, amenazándolos con violarlos, hasta que finalmente les robaron lo que tenían y los dejaron en Muñiz.

Este ataque de la gendarmería se da en medio de un giro a la derecha del gobierno, que luego del asesinato de Mariano Ferreyra, la represión a los tobas Qom y el desalojo del parque Indoamericano, sumando 7 muertos, creó un Ministerio de Seguridad y con el plan Centinela mandó 6.000 nuevos gendarmes a patrullar las calles del conurbano, que se suman a los 3.000 enviados en 2009 como parte del Plan de Seguridad Ciudadana.

Mientras Scioli y la oposición patronal se proponen bajar la edad de imputabilidad y criminalizar a los jóvenes pobres, se cumplen dos años de la desaparición de Luciano Arruga, un chico de 16 años que fue chupado por la policía por no querer robar para ellos.

El municipio del kirchnerista De la Torre tiene varios antecedentes de este tipo. Hace dos años los patovicas de Coyote (actual Club Zone) y la policía mataron a golpes a Darío, un obrero del frigorífico Río Platense de 20 años; el año pasado el cabo Ledesma secuestró y violó a 9 chicas con total impunidad en Campo de Mayo. En la capital de la derecha, donde el genocida Rico es presidente del PJ y candidato a intendente, hay una militarización de los barrios y operativos constantes durante todo el día. Los jóvenes, que somos los principales afectados por esta persecución, tenemos que decir BASTA, organizarnos para que este caso así como otros no queden impunes, haciendo una gran campaña en defensa de las libertades democráticas.

Patricio, uno de los jóvenes agredidos por los gendarmes nos comentó que “obviamente esto le debe haber ocurrido a muchos chicos y por temor u otros motivos no se dan a conocer. Espero que podamos sacar a la gendarmería y que salgan a la luz los responsables del hecho…Vamos a convocar para el día viernes 4 de febrero, a las 17hs, a una manifestación y corte en el centro de San Miguel”.

Con el caretaje de la “inseguridad” nos quieren hacer creer que el problema de todos los males de la sociedad son los jóvenes. Pero nada dicen que en la provincia de Buenos Aires hay 500 mil jóvenes que no trabajan ni estudian, y que este sistema miserable que se basa en la desigualdad social, en la pobreza de millones y en la riqueza de unos pocos, obliga a cientos de pibes a salir a delinquir. Pero lo que no pueden ocultar, es que en los grandes delitos siempre hay algún comisario, gendarme u otro represor. Su función no es “estar al servicio de la comunidad y cuidar al pueblo”, sino gerenciar las redes de trata, el narcotráfico, los desarmaderos, etc. Los empresarios y sus políticos quieren reforzar este aparato represivo para aplastar las futuras luchas obreras y juveniles.

Esta persecución a los jóvenes se da en el marco de que el gobierno, la oposición y las patronales quieren avanzar en la criminalización de la protesta social. Por ello buscan criminalizar a los trabajadores que luchan. Venimos denunciando sistematicamente que este gobierno tiene más de 5000 procesados por luchar. Pretenden avanzar, por un lado, con las causas judiciales abiertas contra activistas y delegados representantes del sindicalismo de base, como Javier Hermosilla, Pamela Bulacio y Lorena Gentile (delegados/as de Kraft), como demuestra la sentencia a favor del pedido de desafuero contra el delegado de Fate, Víctor Ottoboni, o en la causa penal contra el ex delegado Carlos Ruiz de la empresa Caterpiller por luchar por su reincorporación, entre otros. Por otro lado, un fallo de Cámara ratificó que los cortes de calle son un delito y no una simple contravención, buscando atarnos de pies y manos. ¡No lo vamos permitir!¡Basta de persecución a los luchadores! ¡Basta de perseguir a los jóvenes! ¡Basta de impunidad!

No hay comentarios.: