
2- Este golpe se da en el marco de un envalentonamiento de la derecha local, que cuenta con el aval de Estados Unidos. Obama no pudo ocultar que su gobierno, que también se oponía al plebiscito de Zelaya, estaba al tanto de los planes de la burguesía hondureña. Es público que funcionarios de la administración norteamericana participaron en reuniones previas con los golpistas donde se discutía abiertamente los medios y las “maniobras legales” para derrocar a Zelaya. Sin embargo, en Latinoamérica es indefendible un golpe de Estado. Por esa razón nos encontramos con un enorme clima continental de repudio al golpe, incluida la expulsión de Honduras por parte de la Organización de Estados Americanos. Pero la derecha hondureña sigue adelante. Hasta Obama se llena la boca de palabras democráticas contra los golpistas. Pese a todo, detrás de las palabras y de las medidas diplomáticas, la OEA propone una negociación con los golpistas; mientras deja que pase el tiempo y se consolide el golpe. ¡Ninguna negociación con los golpistas! ¡Castigo a todos ellos!
3- Ayer las masas fueron al aeropuerto a esperar la llegada de Zelaya. Más de 30.000 personas se movilizaron y enfrentaron valientemente durante horas a las tropas militares. 4 manifestantes fueron asesinados, y pese a que ha pasado una semana, y que parece difícil hoy el regreso del depuesto presidente, ha comenzado una enorme resistencia de las masas obreras y populares, que ya hicieron huelga, piquetes, barricadas y cientos de marchas, y se demuestran dispuestas a enfrentar el estado de sitio y el poder militar. Pero no se puede enfrentar a los golpistas con tibios llamados a la “paz social”. Mientras frente al aeropuerto los milicos desataban una masacre, Zelaya llamaba a los manifestantes a “no usar armas” ya que “los únicos que pueden usar armas son los militares”. Y tras la masacre, llamó a Obama a resolver el conflicto. La única vía realista para derrotar y castigar a los golpistas, es armar en asambleas por barrios la resistencia obrera y popular, rompiendo con la subordinación a cualquier dirección política ligada a los empresarios. Es necesario construir una salida independiente de los trabajadores y los estudiantes, que con sus métodos de lucha y demandas avancen hacia la ruptura de la subordinación del país al imperialismo, la expropiación de los grandes terratenientes y dueños de plantaciones y fábricas, en la perspectiva de terminar con la enorme miseria y explotación que sufren. La Constituyente más que para posibilitar la reelección de un presidente, debe ser tomada en este sentido. Un gobierno de las masas obreras y populares, que le de el destino del país a los explotados y oprimidos. ¡Castigo a los asesinos! ¡Por una salida propia de los trabajadores y el pueblo! ¡Ninguna confianza en los que mañana nos traicionaran! ¡El golpe lo derrotará la huelga y movilización! ¡Por una Constituyente revolucionaria!
4-La lucha contra el golpe, no es solo de nuestros hermanos hondureños, sino de todos los trabajadores y estudiantes de Latinoamérica. En los setenta, cientos de miles de compañeros han sido asesinados por diferentes golpes militares que pararon a sangre y fuego los enormes levantamientos que amenazaban a los gobiernos de los empresarios. Exterminaron a lo mejor de una gran generación obrara y estudiantil, que se organizaba y luchaba por transformar radicalmente el sistema. Hoy, en los inicios de la crisis capitalista, nuevas luchas comienzan a surgir, y es necesario derrotar de ante mano cualquier intentona golpista contra nosotros. En Honduras está la primera batalla, y todos desde nuestros países tenemos que apoyar la lucha y aportar en todo lo que podamos para que caiga cuanto antes el golpe. ¡solidaridad con la lucha contra el golpe! ¡Movilicémonos en todos los países para repudiar al gobierno de Michelleti!
5- El cerco mediático, y la complicidad con Michelleti de parte de la CNN nos imponen desarrollar una gran campaña de difusión de lo que verdaderamente está pasando. Hay que comenzar haciendo una enorme agitación para que todos sepan del golpe en curso, sus causas y consecuencias. Cada volante pasado, cada cartel pegado, charla o pintada que hagamos, contribuye a romper el manto de silencio que nos imponen y a sentar las bases para grandes movilizaciones contra el golpe. ¡Difundamos! ¡Consigamos apoyo de miles!
6- Es hora de pasar a la acción. Desde el NP le exigimos a todos los que han hablado en contra del golpe que se sumen a las movilizaciones venideras. ¡Hay que expulsar al embajador de Honduras en Argentina si sigue siendo funcionario del nuevo gobierno golpista, y romper relaciones con el gobierno de los milicos!, el gobierno tiene al alcance de su mano estas iniciales medidas contra el golpe, movilicémonos para que lo haga de inmediato. Una enorme amenaza contra los mínimos derechos democráticos significa el golpe. Hay mucho en juego, y tenemos que poner desde la juventud nuestras energías y audacia contra los asesinos que desde hace una semana han tomado el poder en Honduras. Todos juntos, en todo el país, empecemos una gran campaña contra le golpe. ¡Milicos, hoy como ayer, No Pasarán!
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